jueves, 31 de diciembre de 2015

Cuncunas especializadas

Las tres especies de las que trata esta entrada ya han sido expuestas de forma individual en este blog, sin embargo considero pertinente englobarlas en una entrada a propósito de un comportamiento que tienen en común: la especialización.
Mariposas y polillas poseen una fase larval que en la mayoría de los casos es herbívora. Muchas veces estas larvas, también llamadas orugas o cuncunas se pueden alimentar de varias especies de plantas, pero no es el caso para las de la mariposa monarca (Danaus erippus), la mariposa del chagual  (Castnia psittacus) o el papilio negro (Battus polydamas archidamas). Sus cuncunas solo se alimentan de un tipo de planta. Todas tienen en común su gran tamaño, lo que las vuelve muy llamativas.

En el caso de la monarca, las cuncunas solo se alimentan de plantas de la tribu Asclepiadeae. Estas plantas se caracterizan por contener sustancias tóxicas que luego la cuncuna es capaz de incorporar volviéndola también venenosa. En los sectores donde habita, la gente puede plantar miembros de esta tribu taxonómica en sus jardines que le sirvan a estos insectos, gozando con su presencia.

Izq: cuncunas; Der: adultos apareándose (fotos de María Elena Valenzuela y Luis Vega respectivamente).

La mariposa del chagual se alimenta, como su nombre lo dice, del chagual o puya (Puya sp.), Género que incluye varias especies en nuestro país. Esta especie es endémica de Chile y se encuentra en estado Casi Amenazada. Las cuncunas se alimentan de la planta hospedera durante un período variable que puede durar cerca de un año, luego de lo cual metamorfosean en el interior de la misma planta.

Izq: lugar donde la cuncuna hace su capullo; Der: mariposa del chagual adulta (fotos de Juan Pablo Salgado y Patricio Novoa respectivamente).

La última mariposa especializada que mencionaré es el papilio negro o mariposa de la oreja de zorro que solo coloca sus huevos en dos especies de plantas emparentadas: la oreja de zorro (Aristolochia chilensis) y la oreja de zorro amarilla (A.bridgesii).

Izq: cuncuna; Der: adulto (fotos de Patricio Novoa y Juan Pablo Salgado respectivamente).

Estas tres mariposas se han especializado en sus respectivas plantas hospederas para colocar sus huevos ¿Por qué? En el caso de la monarca y el papilio usan sus plantas como forma de obtener defensas contra sus predadores. Dichas plantas son tóxicas y al ingerirlas incorporan dichas toxinas en su organismos, volviéndolas nocivas a potenciales depredadores. Hay otra razón: la especialización permite explotar al máximo un recurso: estas mariposas son las únicas que usan de planta hospederas a esas especies, por lo que se libran de la competencia con otros insectos, es decir, monopolizan dicho recurso.
Esto también tiene desventajas: la especialización te permite medrar hasta que el recurso en que te especializaste sufre una disminución o se extingue. Si eso llegase a ocurrir con las plantas, estas mariposas se verían en serios problemas pues no tendrían donde colocar sus huevos y sus poblaciones disminuirían conforme lo hacen las de sus hospederas.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Las Hormigas del Género Monomorium

Foto de Bernardo Segura.

Nuestro país cuenta con muchas y diferentes especies de hormigas, si bien la mayoría conoce la clásica hormiga argentina (Linepithema humile), especie introducida que se adapta fácilmente a ambientes urbanos.
Lo cierto es que de entre las autóctonas, solemos notar las hormigas de mayor tamaño del Género Camponotus, pero otras especies cómo las Monomorium son igual de interesantes y destacan, entre otras cosas, por su coloración.
Estas hormigas se encuentran en diferentes partes del mundo y Chile posee algunas especies endémicas cómo M. chilense M. denticulatum.
Al parecer poco estudiadas, poco se sabe de las hormigas Monomorium en Chile, lo que da cuenta de lo que falta por investigar en nuestro país.

Video de M. chilense de Cristofer Andrés Canipane Bastidas.

Litoral chileno: Dunas

Foto de Juan Pablo Salgado

Hace un tiempo les hablé de la flora y fauna en las playas de arenas y, si bien podemos asociarlo a las dunas, quería hacer la distinción ya que los campos de dunas son un ambiente susceptible a la urbanización y creo menester resaltar su importancia.

¿Qué son las dunas? Son acumulaciones de arena generadas por el viento y que se encuentran en los desiertos o en el litoral. En Chile no son muy conocidos los campos dunares, con excepción de las Dunas de Concón, sector ubicado en el litoral de la V Región y que durante mucho tiempo se vio amenazado por proyectos inmobiliarios, cómo suele pasar con ambientes naturales en la zona central de Chile.

Debido a que se componen de arenas no cualquier especie vegetal puede asentarse en este háitat. Existen, sin mbargo, algunas especies capaces de ello: algunas especies fijan las dunas, cómo es el caso de la doca (Carpobrotus chilensis), planta de hoja carnosa que crece cubriendo el suelo de modo que estabiliza el terreno. Otras plantas, cómo arbustos, crecen en sitios protegidos por el viento y, al acumularse bajo ellas materia orgánica y al mantener por más tiempo la humedad con su sombra, generan un microhábitat que permite que allí crezcan otras especies más exigentes en las condiciones del terreno. Otras especies se establecen en terrenos menos favorables, cómo las laderas de las dunas, o en lo alto de estas, y estabilizan a su alrededor la arena.

La doca es una especie característica de las zona litoral en la zona central. De tallos suculentos (carnosos y llenos de fluido), crece de forma rastrera lo que previene la erosión eólica de las dunas y con ello hace las veces de "planta nodriza", lo que quiere decir que da condiciones idóneas para que otras especies se establazcan. Su fruto, rojo al madurar, es comestible. Dos especies de docas crecen en Chile: C. chilensis, nativa y C. edulis, introducida. No es fácil diferenciarlas.

Doca (foto de Juan Pablo Salgado).

En sectores protegidos por el viento, cómo se dijo anteriormente, es posible que se desarrollen masas vegetales más desarrolladas, leñosas, y con mayor complejidad en cuánto a especies. Entre las especies encontradas podemos mencionar el introducido aromo (Acacia dealbata), y diversos arbustos como el vautro (Baccharis concava). Aquí pueden encontrarse especies que no podrían estar en otras zona de las dunas cómo ciertas aves anidando (pueden desplazarse por la duna, pero solo pueden criar entre las ramas), varios tipos de hormigas también, incluyendo Pseudomyrmex lynceus que anida en ramas huecas y troncos, por lo que solo habita estas partes de las dunas. 

Vegetación leñosa (foto de Juan Pablo Salgado).

Chupalla (Eryngium paniculatum) establecida en una duna costera. Nótese cómo, producto de la estabilización del terreno por la misma planta, se encuentra a mayor elevación que la arena circundante: la arena alrededor ha sido desplazada por el viento (foto de Juan Pablo Salgado).

Incluso es posible encontrar pequenes (Athene cunicularia) anidando. Son búhos activos durante el crepúsculo que se alimentan de roedores y un marsupial llamado yaca (Thylamys elegans), también presente en las dunas. Quizá incluso depreden sobre los conejos (Oryctolagus cuniculus), especie introducida que, sí, habita también en las dunas.
Distinas especies de plantas geófitas aguardan bajo tierra a brotar en primavera: orquídeas, conanteras, huillis, etc y cuándo brotan aparecen diversos hervíboros invertebrados: saltamontes, cuncunas, escarabajos, etc. Al florecer es el turno de insectos polinizadores: mariposas, abejas y avispas que contribuyen a perpetuar las plantas.

Dunas de Ritoque (foto sacada del siguiente link: http://www.dunasderitoque.org/)

Incluso se han hecho hallazgos arqueológico, como en la Dunas de Concón, donde se han encontrado puntas de proyectiles. Se piensa que fueron dejados por la cultura Bato, que habitó la zona. Al estar enterradas en las arenas cambiantes ha de ser difícil dar con hallazgos de este tipo, lo que da a pensar que aún quedan cosas por descubrir. En las dunas de Ritoque también se han encontrado restos de cerámicas de las culturas Bato y Llolleo, aunque más notorios son los conchales: extensiones de terreno llenos de conchas marinas, "basurales" donde los pueblos dejaban restos de comida.

Estos ecosistemas  han sufrido una fuerte presión por parte de proyectos inmobiliarios y por el común de la gente, que acude a estos lugares a realizar actividades recreativas dejando su basura, o practicando sandboard en sectores donde puede haber vegetación, contribuyendo a la degradación del ecosistema. Demostremos educación y, por lo menos, no dejemos sucio este, ni ningún otro paraje natural. Por supuesto que podemos usar estos espacios, pero siempre respetándolos para así preservarlos.

Fotos de Juan Pablo Salgado

lunes, 7 de diciembre de 2015

El legado de Gondwana en Chile

Parque Nacional Conguillio (foto de Bernardo Segura).

Hace millones de años en nuestro planeta solo había un gigantesco continente que se componía de todos los continentes que existen actualmente: Pangea. Luego, en la Era Mesozoica, y debido a la los movimientos en las placas tectónicas de la Tierra, el vulcanismo y diversas fuerzas geológicas, Pangea se fracturó generando dos supercontinentes: Laurasia y Gondwana. El primero se componía de lo que hoy es Norteamérica, Europa y gran parte de Asia, mientras que Gondwana se componía de África, India, Australia, la Antártida y Sudamérica.

Cuándo aún existía Gondwana, el planeta se encontraba dominada por reptiles gigantes: dinosaurios en tierra y pterosaurios en el aire. En nuestro supercontinente, terópodos depredadores acechaban rebaños de herbívoros en antiguos bosques similares a los que encontramos hoy en el sur de Chile. Bosques extensos de araucarias, robles y coihues se extendían, atravesados ocasionalmente por campos de lava. Dichos árboles perviven aún hoy en día, y son testigos de esas épocas pretéritas: aún encontramos Araucaria sp. y Nothofagaceas en Chile y otros países de Sudamérica, así como en Australia y Nueva Zelanda. Esto se explica pues dichos grupos de plantas se encontraban en Gondwana antes de la división y con la fractura del supercontinente las poblaciones se separaron generando nuevas especies. Lo mismo puede verse con árboles no tan abundantes como los mañíos, del Género Podocarpus, que son posibles de encontrar también en África.

Araucaria araucana y A. bidwillii. Tanto los indígenas de Chile, como los de Australia aprovechaban los piñones (semillas) como alimento, de sus respectivas Araucarias (fotos de www.museo.florachilena.cl y www.wikipedia.org.

Estróbilos fósiles de Araucaria mirabilis, del Jurásico en Argentina (foto sacada de la web www.wikipedia.org).

Mientras los grandes reptiles se acechaban y mataban, un grupo de animales que no destacaba, los mamíferos, es escabullía entre el follaje, trepaba en las lianas para huir de sus predadores o solo salía de noche de sus escondrijos para no ser vistos. Estos animales, similares a ratones, eran los marsupiales: mamíferos primitivos cuyo desarrollo embrionario queda incompleto y nacen en este estado, trepan por el abdomen de su madre hasta llegar a una bolsa de piel llamada marsupio, donde terminan su desarrollo. Existen marsupiales en Australia y América, las de la Antártida se extinguieron cuándo el continente helado quedó situado en el Polo Sur.

Actualmente existen 4 marsupiales en territorio nacional: el monito del monte (Dromiciops gliroides), la comadrejita trompuda (Rhyncholestes raphanurus), la yaca (Thylamys elegans) y la yaca del norte (T. pallidior). Son todas especies pequeñas y discretas. Temerosas del ser humano y difíciles de ver. Un recuerdo de Gondwana. Incluso, el monito del monte está más emparentado con los marsupiales australianos que con los sudamericanos.

Monito del monte (foto sacada de la web www.wikipedia.org).

Existe una una conexión con los continentes hijos de Gondwana aún más curiosa. En nuestro continente, incluido Chile, habitan los ñandúes (Rheidae),  muy similares a las avestruces africanas (Struthio camelus), y este parentezco no es coincidencia. Hace millones de años en Gondwana habitó el ancestro común entre estos dos animales. Al fragmentarse, se originaron las icónicas aves no voladoras, el Orden de los Ratites: el ñandú, el avestrúz, el casuario (Casuarius sp.), el emu (Dromaius sp.), el kiwi (Apteryx sp.) y los extintos moas (Dinornithidae) y pájaros elefante (Aepyornithidae). Todas estas aves tienen en común su incapacidad de volar, que el macho suele ser el único responsable en el cuidado de los polluelos y el gran tamaño de sus huevos, incluso el kiwi, la mas pequeña de todas, coloca un enorme huevo, y los de el pájaro elefante fueron los huevos más grandes que haya puesto jamás un animal, incluídos los dinosaurios. Lo curioso es que las evidencias sugieren que su ancestro común no perdió la capacidad para volar en Gondwana. La clave está en otro grupo de aves americanas: los tinamúes, que incluyen a la endémica perdíz chilena (Nothoprocta perdicaria). Los tinamúes pueden volar, pero no lo hacen muy bien ni durante períodos prolongados. Poseen un ancestro común con los Ratites, y esto sugiere que los últimos se establecieron en sus diferentes territorios luego de la fragmentación de Gondwana y, de forma paralela, perdieron la capacidad de volar y crecieron en tamaño, o que, independientemente, colonizaron dichos territorios y posteriormente perdieron su capacidad de volar y crecieron en tamaño.

El ñandú (Rhea pennata) y la perdíz chilena tendrían un ancestro común que habitó en Gondwana hace millones de años (fotos de la web www.wikipedia.org y www.avesdechile.cl respectivamente).

Las Proteaceas son una familia de plantas características del Hemisferio Sur. Destacan por sus flores conspicuas, siendo algunas usadas de forma ornamental, tanto en espacios públicos como su flores en adornos florales. En Chile contamos con algunas especies, como el notro (Embothrium coccineum) o el radal (Lomatia hirsuta), aunque una diversidad muchísimo mayor se da en Australia y en Sudáfrica. Otra muestra más del origen común en Gondwana.
La rana chilena (Calyptocephalella gayi) es otro ejemplo de lo que estamos hablando. El linaje de esta se remonta a 110 millones de años atrás, en el supercontinente.

El patrimonio natural de nuestro país es consecuencia de su pasado. Hoy en día parte de este patrimonio se encuentra amenazado: grupos de animales y plantas que aguantaron los cataclismos que ocurrieron, y siguen ocurriendo, al dividirse Gondwana. De nosotros depende que dicho legado natural persista para deleite de generaciones futuras, y para permitirles a estas especies seguir diversificandose. Así mismo, la llegada de nuevas especies por causas naturales, cómo es el caso de la garza boyera (Babulcus ibis), vienen a complementar este legado importantísimo y hacer su parte en el establecimiento del orden natural.

martes, 13 de octubre de 2015

El Quisco (Echinopsis chiloensis o Trichocereus chiloensis)

Foto sacada de www.wikipedia.org

El quisco es un gran cactus columnar endémico de la zona central de Chile. En su zona de distribución destaca siendo el cactus de mayor tamaño, llegando a los 7 metros de alto, tanto en las laderas de exposición norte en los cerros (más secas que las de exposición sur) como en la costa, en acantilados costeros, donde crece la subespecie E. ch. var. litoralis, que tiene las costillas más delgadas y en mayor número.
Este cactus, como todos los de su tipo, almacena agua en sus tallos y desarrolla espinas en vez de hojas para no perder tanta humedad durante la fotosíntesis, que realiza por el tallo verde, y protegerse también de los herbívoros. Aún así, en ocasiones se puede ver que los roedores evaden sus defensas para mordisquear los tallos en busca de humedad en su árido hábitat.

Población de la subespecie costera (foto de Juan Pablo Salgado)

Gran ejemplar creciendo en Parque Nacional La Campana (foto de Catalina Castillo)

Sus flores destacan por su gran tamaño y atraer diversos polinizadores y hormigas que se alimentan de su polen. De dichas flores se genera un fruto dehiscente, es decir, que se abre al madurar dejando expuestas muchísimas semilla envueltas en una pulpa dulce que atrae aves y hormigas que diseminarán las semillas.

Tordos alimentándose de los frutos del quisco (foto de Benito Rosende).

En ocasiones los quiscos se llenan de flores rojas que la gente piensa que pertenecen al cactus. En realidad son las flores de un parásito llamado quintral del quisco (Tristerix aphyllus). Estos parásitos poseen todos sus tejidos dentro del hospedero, con excepción de sus flores y frutos, que comen las aves y que luego, al posarse sobre otro quisco, defecan la semilla lista para germinar.
Algunas especies aprovechan al quisco sin representar un daño para él. El quisco suele ser donde el canastero (Pseudasthenes humicola) hace sus llamativos nidos, aprovechando las espinas para proteger a sus crías de los predadores, y el soldadito (Tropaeolum tricolor), una enredadera nativa, suele trepar por sus espinas en busca de luz.

 
Canastero y soldadito (fotos de la web www.avesdechile.cl y Benito Rosende respectivamente). 

Esta planta incluso nos ha brindado un conocido instrumento musical: el palo de agua, que se elabora a partir del leño que se encuentra en el centro del tallo del cactus. Dicho leño se atraviesa con las espinas del mismo cactus y se llena de semillas de espino (Acacia caven). Al mover o dar vuelta dicho instrumento las semillas chocan con las espinas generando un sonido agradable. Lamentablemente esta práctica puede poner en riesgo las poblaciones de quisco, pues sus crecimientos son muy lentos. Por lo mismo, pueden serse afectados por la extracción de sus tallos por gente que quiere plantarlos en sus casas, o gente que los corta o rompe para ver el "agua" que almacena en su interior.

jueves, 1 de octubre de 2015

Briófitas de Chile

Foto de Juan Pablo Salgado

El año 2014 en el Museo Nacional de Historia Natural de Chile y el 2015 en el Museo de Historia Natural de Valparaíso estuvo la exposición "El pequeño mundo de las plantas briófitas", la revista online Chile Indómito en su ejemplar de agosto de 2015 publicó "Briófitas, pequeños grandes bosques". A quienes hayan trabajado en ello dedico este artículo pues me decidieron a escribirlo después de mucho tiempo.

Las plantas briófitas se pueden clasificar en musgos, hepáticas o antocerotes, cada uno con sus particularidades. Los musgos son los más conocidos pues se pueden encontrar con facilidad en las ciudades. Las plantas hepáticas, llamadas así por su forma que suele ser arriñonada, se dividen en talosas, talosas simples y foliosas. Estas últimas pueden confundirse con musgos. Los antocerotes, por su parte, pueden confundirse con las hepáticas cuándo no poseen los esporofitos. Son llamados también "hierbas con cuernos" por sus esporofitos.

Antocerote (foto de Benito Rosende).

Las briófitas son plantas sumamente primitivas que carecen de sistema vascular, es decir, de floema y xilema que sí poseen plantas mas evolucionadas y que sirven para el transporte de agua y compuestos orgánicos a través del cuerpo de la planta. En cambio, realizan estos procesos intercambiando sus células estas moléculas con las células vecinas. Otras particularidades de estas plantas es que no tienen hojas y raíces verdaderas, si no talos y rizoides respectivamente. 

Es su ciclo vital el que las hace destacar. Para empezar, y al igual que los helechos, no se reproducen por semillas si no que por esporas que salen de estructuras llamadas esporofitos y que en los musgos parecen tallos que salen del musgo con cápsulas en su extremo. Estos "tallos" son en realidad plantas que generan esporas de forma asexual. Estas esporas son dispersadas por el viento y si caen en un lugar propicio crecen y se desarrollan en un gametofito, que son la "parte" verde del musgo y de donde "sale" el esporofito. Los gametofitos generan estructuras masculinas productoras de espermatozoides y femeninas productoras de óvulos. Por medio del agua en el ambiente los espermatozoides llegan al ovulo y lo fecundan dando origen al esporofito que crece directamente sobre el gametofito.

Der: musgo con esporofitos; Izq: hepática con esporofito (fotos de Juan Pablo Salgado y Benito Rosende respectivamente)

Las briófitas son muy importantes en los ecosistemas, particularmente en Chile por su participación en las sucesiones ecológicas. En ecosistemas que fueron arrasados, por ejemplo por lava volcánica (como pasa en el sur del país), los musgos en conjunto con los líquenes son los primeros organismos en asentarse para crecer allí. Con el paso del tiempo sus cuerpos se acumulan hasta que generan una capa de suelo lo suficientemente desarrollada como para que otros tipos de plantas puedan colonizar esos territorios. Esto gracias a su facilidad para crecer en condiciones precarias. En la Antártida, por ejemplo, crecen mas de 150 especies de briófitas, en contraste con solo dos especies de plantas vasculares. Las briófitas absorben el agua y nutrientes necesarios para sobrevivir a través de su superficie, no de sus rizoides, lo que los ayuda a colonizar estas tierras creciendo incluso sobre rocas desnudas o cemento.

Otra importancia ecológica de las briófitas es que participan en la regulación hídrica de los ecosistémas y a estabilizar el suelo. Diferentes animales, sobre todo de menor tamaño, viven sobre ellas. Algunas arañas tejen sus telarañas sobre estas plantas e incluso los picaflores (Sephanoides sephaniodes) usan musgos como material de construcción de sus nidos. Esto último corresponde un tipo particular de disperción de plantas por parte de las aves. Cuándo las aves comen frutos y diseminan semillas a través de sus excrementos, la dispersión es involuntaria, pero en el caso del musgoque el picaflor recoge para la construcción de su nido es totalmente voluntaria.

Se puede apreciar cómo las briófitas fijan el suelo, previniendo la erosión que pueden causar las lluvias (foto de Juan Pablo Salgado).

Marchantia sp. en la Isla Alejandro Selkirk. Cubren extensiones acumulándose y formando un sustrato donde las fardelas (Pterodroma externa) hacen sus madrigueras para anidar , como se puede ver en la foto (foto de Patricio Novoa).

Como se dijo anteriormente, las briófitas absorben el agua y nutrientes a través de su superficie, para lo cuál necesitan estar húmedos. Algunas especies se asocian a cianobacterias para fijar el nitrógeno atmosférico, ayudando así a incorporar este elemento a la red trófica, que es muy importante pues está presente en las moléculas orgánicas.
La humedad pasa a ser una condicionante para estas especies y en los bosques esclerófilos de la zona central de Chile los musgos se han adaptado a los secos meses de verano dejando inactivos sus tejidos, pero en cuánto cae la lluvia absorben agua y empiezan de inmediato el proceso de fotosíntesis. Se puede incluso agregar manualmente un poco de agua sobre estas plantitas y ver el proceso en acción.

El musgo "pon-pón" o "poñpoñ" (Género Sphagnum) son sumamente importantes ya que conforman los bofedales, turberas o "mallines" del sur de Chile: extensiones de tamaño variable con agua anegada donde predomina este musgo, que llega a formar un sustrato donde se asientan y crecen otros vegetales tales como las violetillas de los pantanos (Drosera sp. y Pinguicola sp.), plantas carnívoras nativas de Chile. En estas extensiones de terreno viven diferentes anfibios e invertebrados.

Turbera en Chiloé (foto sacada del siguiente link: http://www.turberas.cl/turberas.html)

El pon-pón es una de los pocas plantas briófitas con nombre propio. Otros ejemplos de estas plantas que gozan de nombre vernacular son el "paragüita del sapo" o "musgo paragüita" (Arbusculohypopterygium arbuscula o Hypopterygium arbuscula) que llama la atención por su forma similar a un paraguas. El "musgo pinito" (Dendroligotrichum dendroides) es otro ejemplo y recibe este nombre por su parecido con un pequeño pino. Es, de hecho, el musgo de mayor tamaño en Chile llegando hasta los 50 cm de altura, creciendo en el sotobosque y formando sus propios bosques en miniatura.

Paragüita del sapo y musgo pinito (fotos sacadas del siguiente link: http://www.musgosdechile.cl/arbusculohypopterygium.html y www.chilebosque.cl respectivamente).

Como es de esperarse, aquellas pteridófitas utilizadas por el ser humano reciben también nombre propio: el pon-pón es extraído para la venta como sustrato para plantas de maseta, con lo que una extracción racional de esta planta es importante tomando en cuenta que es ella principalmente la que crea bofedales enteros en su zona de distribución.
La "lana del pobre" (Rigodium implexum) se usaba antaño para rellenar cojines y colchones gracias a su forma. Lo curioso de esta especie es que no está fija al suelo, con lo que se puede llegar y tomar desde el suelo  en los bosques donde crece.
Los pueblos indígenas a lo largo y ancho del mundo han usado las diferentes especies de su medio con variados propósitos. En Chile los mapuches, por ejemplo, usan el oñoquintúe Funaria hygrometrica ("que hace volver la mirada" en mapudungun) para la elaboración de filtros amorosos, o el paillahue Marchantia polymorpha ("quedarse tendido" en mapudungun), hepática usada para doblegar la voluntad de la persona que se desee.
Podemos notar que el nombre en mapudungun está relacionado con el uso. Pinda-poñpoñ (Weymouthia mollis) es llamada así por ser una de las especies de musgo que los picaflores recolectan para sus nidos ("pinda" = picaflor en mapudungun).

Lana del pobre (foto de Juan Pablo Salgado).

En la Isla Navarino, Región de Magallanes y la Antártica Chilena, se encuentra el Parque Etnobotánico Omora, dentro de la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos. En este lugar se desarrollan diversas investigaciones científicas así como el llamado "turismo con lupa" en el cuál se da a conocer a los visitantes el mundo en miniatura de las briófitas. Gracias a los estudios y actividades desarrolladas en el parque se ha determinado que el Cabo de Hornos es un hotspot de biodiversidad de briófitas y líquenes, es decir, es un sitio que presenta una abundantísima variedad de especies de este tipo que , además, se encuentran amenazadas.

Aprovecho de colocar aquí el link para visualizar en formato pdf el libro "Briófitas de los bosques templados de Chile" que publicó CORMA:


Y también de dejarles el siguiente link de la página Musgos de Chile, muy recomendada

jueves, 6 de agosto de 2015

Geófitas de Chile



Fotos de Juan Pablo Salgado (las tres primeras) y Benito Rosende (las tres últimas).

Geófita se refiere a las plantas que poseen estructuras subterráneas tales como bulbos, rizomas, tubérculos, raíces engrosadas, etc y que se valen de estas para sobrevivir en las épocas desfavorables. Cuándo las condiciones ambientales se vuelven adversas, la parte aérea (lo que sobresale del suelo) de las plantas geófitas se seca y sobreviven bajo tierra en espera a que las condiciones se vuelvan mas benignas. Esto puede verse bien en hábitats donde las diferencias en las condiciones ambientales sean bien marcadas en uno u otro momento del año. En Chile muchas geófitas son endémicas y monocotiledóneas, que son el grupo de plantas que incluye a los pastos.

Macaya (Placea arzae) en las bolsas posee bulbos, mientras que las Conanthera sp. posee cormos. La extracción de geófitas de su hábitat natural es una práctica dañina para estas especies, sin embargo, los ejemplares de la foto fueron colectados de un cerro en Lo Barnechea, Santiago, en un terreno donde se construiría arriba una casa, es decir, las plantas habrían muerto en las remociones y extracción de tierra, o bajo el concreto. (Foto de Juan Pablo Salgado).

Estas condiciones se dan, por ejemplo, en los Andes de la zona central de Chile donde podemos encontrar diferentes geófitas. Aquí es en verano donde crecen y en invierno cuándo perviven bajo tierra. El Sol de verano derrite las nieves y aumenta los causes de las aguas lo que permite el crecimiento de las plantas, en invierno las nevadas impiden el desarrollo de estas especies. Así, durante el período de tiempo que tienen disponible para desarrollarse florecen, llamando a cientos de polinizadores que abundan mientras pueden. Una de las plantas mas amenazadas de Chile es una geófitas de los Andes de la Zona Central. Se trata de Tecophilaea cyanocrocus llamado comúnmente como azulillo, aunque no debe confundirse con Pasithea coerulea, otra geófita que recibe el mismo nombre común. Esta especie por poco se extingue en su hábitat natural producto de la extracción desmesurada de cormos para ser vendidos por la belleza de sus flores, así como el sobrepastoreo del ganado en los sectores donde crecía.

Tecophilaea cyanocrocus (foto tomada del siguiente link: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-66432002000200004)

En la zona central también posee un sector de clima tipo mediterráneo caracterizado por veranos calurosos y secos e inviernos lluviosos. En esta zona crece el matorral y bosque esclerófilo que destaca por su alto grado de endemismos tanto a nivel de flora como de fauna. Es durante el invierno que las lluvias activan el crecimiento de las plantas que asoman sus hojas, durante la primavera florecen y a fines de primavera e inicios del verano dan las semillas, para secarse luego en verano frente a la escasez hídrica. Algunas de estas especies son  la macaya (Placea arzae) o la flor de gallo (Alstroemeria ligtu), ambas endémicas. La flor de gallo pertenece a la Familia Alstroemeriaceae, que cuenta con muchas conspicuas y geófitas especies en territorio nacional. Bajo los árboles del bosque  crecen algunas de estas plantas en las laderas de exposición sur, mientras que otras especies prefieren las laderas mas asoleadas de exposición norte, entre los matorrales.

Rhodophiala advena, esta geófita del bosque esclerofilo, a diferencia de la mayoría, florece en pleno verano (foto de Benito Rosende)

Las Orquídeas son otra Familia bien representada en Chile,en donde todas las especies son geófitas, en cambió en otros países las hay epífitas. Una gran cantidad de estas especies son endémicas de Chile, se encuentran esporádicamente híbridos entre especies diferentes y algunas orquídeas son reclasificadas y otras complicaciones taxonómicas haciendo de su clasificación un tema complicado.

 
Izq: Gavilea longibracteata; Der: Chloraea sp. (fotos de Juan Pablo Salgado)

 Una pequeña abejita nativa (Colletes seminitidus) sale de una oquídea (Bipinnula plumosa) con una "mochila" de pólen adosada a su espalda llamado "saco polínico" (foto de Juan Pablo Salgado)

Para finalizar el tema, quisiera hablarles acerca de un espectáculo natural que se da en nuestro país, en el desierto más árido del mundo. Me refiero al "desierto florido", fenómeno que ocurre durante el fenómeno de El Niño, evento climático en el cuál en anticiclón del pacífico ubicado frente a las costas de la IV y III Regiones se desplaza lo que favorece la evaporación de masas de agua marina que se traducen en lluvias. Estas lluvias sacan de su letargo una infinidad de geófitas, la gran mayoría de carácter endémico y cuyo crecimiento desencadena una explosión de vida al ver los insectos y sus predadores una mejora en las inhóspitas condiciones del desierto. Todo esto atrae diferentes visitantes: turistas, fotógrafos, etc que vienen por la maravilla escénica y que contribuyen con ingresos para las comunidades locales. Un lugar donde poder apreciar este fenómeno es en el Parque Nacional Llanos del Challe.

Lamentablemente aquí también llegan personas inescrupulosas que cortan flores o extraen bulbos ¡Incluso recolectan algunos de los insectos de desierto florido! Estas prácticas han puesto en riesgo la sobrevivencia de la garra de león (Bomarea ovallei) o las vaquitas del desierto (Familia Tenebrionidae), insectos con un ciclo de vida asociado al desierto florido.
Protejamos nuestro patrimonio natural, para gozar de un medio ambiente sano y completo, dejando las belleza de las geófitas para las generaciones venideras.

Garra de león (foto de Andrea Ugarte).